domingo, 10 de julio de 2011

Sustentabilidad desde Adentro

Al Sur de Brasil, en la capital del Estado de Paraná, Aurus, un estudio gráfico en asesoramiento de proyectos, es pionero en promover el desarrollo del diseño para la sustentabilidad

Cada vez que se imprime papelería para la oficina o tarjetas de presentación, por mencionar una acción común y cotidiana, se activan procesos que, de alguna manera, van en contra del planeta. Tala de árboles, uso de energía generadora de gases de efecto invernadero, utilización de tintas producidas con elementos tóxicos y una serie de elementos más, que si se desgranan daría miedo analizarlos.

Desde el diseño, el cuidado ambiental es viable. Por ejemplo, si cada vez que el departamento gráfico de una agencia usa el correo electrónico en vez de la impresora para buscar aprobación de una pieza, menos árboles serían cortados. Pero además, la empresa terminaría ahorrando en gastos de materiales. Este es el camino que lleva a la sustentabilidad.

En Curitiba, bautizada como la “capital ecológica de Brasil”, el estudio gráfico Aurus ha implementado una estrategia enfocada precisamente en el asesoramiento y creación de materiales de bajo impacto social y ambiental.
Esta es una entrevista realizada por la revista PRODUCTO de Venezuela a Nelson Smythe y Kelli C.A. Silva, creadores de Aurus, para una edición especial sobre ambiente, desde sus oficinas en Brasil:

—¿Qué plantea el diseño sustentable y cómo es el trabajo que Aurus realiza?
—El diseño para la sustentabilidad propone un abordaje más amplio que el eco-diseño. Este último se enfoca apenas en pequeñas cuestiones ambientales y económicas, mientras que el primero funciona previendo aspectos económicos, ambientales y también los sociales con más alcance. En Aurus, buscamos realizar los proyectos evaluando las necesidades reales del cliente y de su público, para minimizar los impactos negativos en el entorno, al asesorar en precio justo, garantía de derechos de los trabajadores, minimización de tóxicos; en fin, calidad de vida para los involucrados en el proceso. Además de eso, procuramos utilizar proveedores locales con certificaciones ambientales, que desarrollen programas que, al menos, se adecuen a la legislación y posean una preocupación ambiental y social en su producción. Es necesario hacer que clientes, consumidores y personas involucradas entiendan las necesidades de los cambios en el área de diseño gráfico para que, en un ámbito mayor, se puedan alinear al conjunto de las transformaciones necesarias para la sustentabilidad.

—¿Cómo deciden guiar sus acciones hacia el camino del diseño sustentable?
—En Aurus siempre estuvimos ligados a los temas ambientales, el contacto con la naturaleza fue algo presente desde nuestra infancia. Con el ingreso a la profesión, terminamos atendiendo a varias ONGs y empresas que trabajaban con productos que tenían vínculos con la naturaleza. Luego comenzamos a investigar sobre cómo trabajar de formar de apoyar la sustentabilidad. Hoy hacemos un trabajo pionero, con otros pocos diseñadores que trabajan intentando mostrar a sus clientes las implicaciones en sus proyectos.

—¿Ha sido difícil que los clientes con los que trabajan entiendan esta filosofía?
—Realmente no es fácil, todavía existen pocos clientes que se disponen a trabajar con materiales y procesos menos impactantes desde el punto de vista social y ambiental. También hay aquellos que poseen resistencia en aceptar cualquier alternativa que altere mínimamente el costo final del servicio o producto. Y algunos clientes que ya poseen conciencia ambiental, están dispuestos a invertir 5 o 10 por ciento más en la producción de materiales que contemplen esa preocupación.

—¿Cuáles son las acciones que deben tomar las empresas para respetar el medio ambiente?
—Entender al público al que se dirige, investigar sobre la región y las potencialidades productivas locales, sobre la responsabilidad social y ambiental. Adecuarse a la legislación ambiental pertinente, implantar un sistema de gestión ambiental, buscar certificaciones como las ISO 14001, utilizar proveedores que también posean certificaciones o programas de responsabilidad ambiental y social.

—¿Existe un protocolo verde, un código de ética ambiental del ámbito empresarial?
—No existe ningún tipo de directrices o de reglas lo suficientemente generales como para ser seguidas en todo el sector empresarial. La ética está ligada a la cultura en la cual cada empresa se inserta. Y la sensibilización en las cuestiones de sustentabilidad tiene origen económico: en la medida en que se economiza materia prima y energía, se evita el desperdicio y la aplicación de multas ambientales y laborales. El empresario puede tener una motivación individual con vistas a la sustentabilidad, pero su aplicación solamente ocurrirá cuando le traiga beneficios económicos claros y mesurables.

—Este tema no es nuevo, ¿por qué apenas ahora se están empezando a aplicar estos conceptos?
—Por la necesidad de posicionarse en el mercado actual, el cual mantiene en altas esas cuestiones. Sabemos que, infelizmente, pocas empresas están realmente preocupadas con el planeta, la mayoría apenas está preocupada con su vida económica. Sin embargo, creemos que la voluntad –y necesidad- de hacer que la vida con un mínimo de calidad perdure, hará que más personas puedan entender y actuar sustentablemente.

—¿Cree que el consumidor está exigiendo una actitud más responsable de las empresas?
—Sí, aunque el discurso todavía es mayor que la acción. De todas formas, el consumidor en general ha tenido un mayor cuestionamiento en relación a la responsabilidad de la empresa sobre el producto, como en los casos de las baterías de celulares y neumáticos. Creemos que se trata de una participación incipiente, la cual, sin embargo, tiende a aumentar, gracias a la intensificación de la educación, la cual dará bases más sólidas para que el consumidor entienda el rol de todos en esto.
Fuente: Revista Producto

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